Viaja en otoño a la Costa del Sol y disfruta de sus playas y sus pueblos blancos
Si estás de vacaciones a partir de septiembre y buscas un destino para relajarte, Málaga es una buena opción. La Costa del Sol en otoño sigue sonando a verano, a un verano tranquilo en el que apurar la tarde en la playa mientras devoramos las páginas de ese libro que teníamos pendiente desde hace tiempo.
Marbella es uno de esos lugares donde el verano no tiene fin, donde disfrutar de un espeto de sardinas en un chiringuito a orillas del mar en el que no existen las prisas ni las aglomeraciones. Veinticinco kilómetros de costa, cuatro puertos deportivos, dieciséis campos de golf y un clima privilegiado la convierten en un destino incomparable.
Como también comentamos en otro de nuestros blogs, Málaga no solo es un destino de sol y playa. Ejemplo de ello es Marbella, donde además de disfrutar de las olas, se puede pasear por su centro histórico, que conserva restos de la muralla que rodeaba la ciudad en la época musulmana y del castillo árabe.
Podrás visitar la plaza de los Naranjos, la ermita de Santiago, el ayuntamiento, la Casa del Corregidor y la capilla de San Juan de Dios. Todo en pleno centro, rodeado de casas blancas y balcones de flores.
Ahora es el momento de alojarnos en uno de los mejores hoteles de la Costa del Sol, el renombrado Anantara Villa Padierna. Entre Marbella, Benahavís y Estepona, este hotel está enclavado en un entorno pintoresco y cuenta con un exclusivo spa, Beach Club y tres campos de golf.
Turismo de interior en Málaga
Pero otoño también es una estación perfecta para descubrir otra Málaga, una Málaga más de interior que esconde ahora tesoros menos transitados. Son sus pueblos blancos, los típicos de Andalucía, en los que puedes perderte en sus calles y entrar en contacto con la naturaleza.
Resulta difícil elegir qué pueblos visitar, pero desde Inspiring Soho le recomendamos a los aficionados al turismo rural la Serranía de Ronda y el Valle del Genal, cuyos pueblos (Algatocín, Genalguacil, Alpandeire…) están en otoño incluso más bonitos por el color rojizo de su vegetación en la que predominan los bosques de castaños.
Por otro lado, Antequera, cuyo conjunto prehistórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad, tiene además uno de los parajes naturales de la provincia de Málaga más sorprendentes, El Torcal.
Y por último, imprescindible es también la visita al Caminito del Rey, una pasarela peatonal de cerca de 3 kilómetros adosada a la pared del Desfiladero de los Gaitanes, con tramos de una anchura de un metro. Este espacio natural, que pertenece a los municipios de Antequera, Álora y Ardales, fue restaurado y reabierto al público en 2015 y se llama así porque fue inaugurado por Alfonso XIII.