Viaja a Arabia Saudita y descubre un país de auténticas expediciones
Arabia Saudita es uno de esos países que han permanecido herméticos al turismo. Abrió sus puertas a los turistas extranjeros recientemente, lo que nos ha permitido descubrir un vasto país hasta ahora inexplorado y un destino fascinante en el que los viajes a su inmenso interior se convierten en auténticas expediciones. Antes solo se podía visitar si tenías visados de negocios o de peregrinación para visitar La Meca y Medina (este último solo para musulmanes).
Seguro que has leído opiniones de todo tipo, pero te adelantamos que Arabia Saudita, cuna y hogar espiritual del islam, es mucho más diverso en paisajes, patrimonio arqueológico y escenarios de lo que puedas imaginar.
Es un país donde abundan los lugares de interés, pero ¿por dónde empezar? Uno de los principales enclaves que debes visitar es Madain Saleh. Escondida en el desierto encontramos esta ciudad tallada en la roca con más de 2.000 años de antigüedad. Sus ruinas, que fueron nombradas Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO en 2008, están consideradas como las segundas más importantes de la cultura nabatea, después de Petra (Jordania).
Casi desconocida para los occidentales, Madain Saleh se localiza en el extremo noroeste del país, en un hermoso escenario desértico, y alberga 131 tumbas, 45 de las cuales presentan, sobre el dintel, inscripciones en arameo antiguo, alusivas a sus promotores (en muchos casos, mujeres acaudaladas).
Tras recorrer kilómetros de desierto, emergen las gigantescas rocas que se utilizaron para emplazar la ciudad, así como palacios y templos de hasta 16 metros de altura, algunos incluso mejor conservados que los de Petra.
Recientes excavaciones han dejado al descubierto los cimientos de humildes casas y una zona de mercado para comerciantes y caravanas. La enigmática Qasr Farid es la tumba más grande e impactante. Tallada en un monolito pétreo, su ubicación le confiere una extraña belleza: al anochecer cobra arrebatadores tonos rosas y dorados.
Nuestra recomendación esta vez no es un alojamiento, es visitar Madain Saleh al atardecer y así disfrutar de una de las puestas de sol más bellas del planeta.
Después de tantos años cerrado al turismo, Arabia Saudita es un país donde cada rincón transmite autenticidad y nuestros sentidos nos trasladarán a situaciones atemporales. Es mucho más que un desierto, en este destino de expedición es posible viajar al pasado a través de las casas de Yeda, que se construyeron con coral y son Patrimonio Mundial; descubrir el sofisticado arte rupestre de Jubbah; bañarse en las aguas cristalinas del mar Rojo, y recorrer el increíble paisaje de montaña de Asir, cargado de misteriosos y espectaculares pueblos que esperan a ser descubiertos.