Destinos Secretos: Corea del Sur, los 7 imprescindibles

Corea del Sur es un destino que puede pasar desapercibido para la mayoría de nosotros si no fuese por su gran fama en cosmética y el ya internacional K-pop. Pero, a pesar de que su vecino, el gran Japón, acapara todas las miradas, Corea del Sur es un país igual de sorprendente en cuanto a cultura y paisajes, con la ventaja de recibir la mitad de turistas que Japón actualmente.

Este país es un destino ideal para cualquier época del año y en Inspiring Soho queremos llevarte a descubrirlo.

COREA DEL SUR: un viaje a través del tiempo

Corea del Sur tiene una historia profunda y compleja que se ha ido forjando a lo largo de milenios, resultado de la unión y rivalidad de antiguos reinos como Goguryeo, Baekje y Silla. Con la llegada de la dinastía Joseon, se estableció un orden que dejó una huella imborrable en la arquitectura, las artes y el pensamiento, influencias que aún se sienten en la vida diaria del país. Tras años de ocupación extranjera y la división de la península por la guerra, Corea del Sur nació como un país resiliente, modernizándose rápidamente sin perder sus raíces. Hoy, las leyendas y rituales que se transmiten de generación en generación se mezclan con la cotidianidad, ofreciendo un mosaico cultural muy especial.

SEÚL

La capital surcoreana es la muestra perfecta de los contrastes del país. El Palacio Gyeongbokgung, construido en 1395, es la joya de la dinastía Joseon y su famoso cambio de guardia, que recrea las antiguas tradiciones militares, transporta a los visitantes a la época de los reyes coreanos. Pocos saben que este palacio fue destruido casi por completo durante la ocupación japonesa y reconstruido meticulosamente en las últimas décadas.

Otro tesoro histórico es el Palacio Changdeokgung, conocido por su jardín secreto (Huwon), un oasis de tranquilidad que los monarcas utilizaban para la meditación. A poca distancia, el Jongmyo Shrine alberga los rituales confucianos más antiguos del mundo, aún practicados en la actualidad.

Pero Seúl no es solo pasado: la ciudad también es un epicentro de innovación. La futurista Dongdaemun Design Plaza (DDP), diseñada por Zaha Hadid, y la majestuosa Lotte World Tower, la quinta torre más alta del mundo, muestran la faceta más vanguardista de la metrópolis. En barrios como Myeongdong, los escaparates de cosmética y tecnología conviven con los olores tentadores de la comida callejera, mientras que en Gangnam, las tiendas de lujo y cafés de diseño revelan el lado más sofisticado de la ciudad.

Para una experiencia más alternativa, el barrio de Hongdae es la cuna del arte urbano y la música indie, con espectáculos en vivo que capturan la esencia de la juventud coreana. Al final del día, nada mejor que relajarse en un jjimjilbang (baño tradicional coreano) para sentirte parte de la cultura coreana.

GANGWON

Gangwon, al noreste de Corea del Sur, es una región de paisajes salvajes, templos ocultos y una costa poco explorada. Su mayor tesoro es el Parque Nacional Seoraksan, donde senderos como el de Ulsanbawi llevan a panorámicas impresionantes. Entre sus bosques se encuentra el Templo Sinheungsa, con su gran Buda de bronce.

La costa de Gangwon esconde rincones como Sokcho Beach y el Templo Naksansa, donde una estatua de la diosa Gwaneum mira al mar. En Chuncheon, tienes que probar el dakgalbi, un plato de pollo especiado cocinado en grandes planchas.

Gangwon también es clave en la historia moderna. En la DMZ (Zona Desmilitarizada), el Observatorio de la Paz de Goseong ofrece una vista directa a Corea del Norte, recordando la división del país.

ANDONG

El principal atractivo de Andong es el Hahoe Folk Village, un pueblecito que parece detenido en el tiempo con sus casas de tejado de paja, puentes de madera y templos antiquísimos. Aquí se pueden presenciar las famosas danzas de máscaras, originadas hace siglos como una forma de sátira social y que hoy se han convertido en un espectáculo cultural que no te puedes perder.

La gastronomía es otro punto fuerte de Andong: el Andong Jjimdak, un guiso de pollo con salsa de soja, es un plato icónico que ha trascendido fronteras. Además, el Andong soju, elaborado con técnicas centenarias, es considerado uno de los licores más refinados de Corea.

Los amantes de la filosofía pueden visitar la Academia Confuciana Byeongsanseowon, un antiguo centro de estudios que aún conserva la esencia del pensamiento confuciano en Corea.

GYEONGJU

Gyeongju es la antigua capital del reino de Silla, todo tesoro arqueológico. Aquí podrás ver los famosos túmulos reales, colinas verdes que en realidad son las tumbas de los monarcas de Silla. En su interior se han hallado objetos de oro, cerámica y joyas que revelan el esplendor de aquel reino.

El Templo Bulguksa, Patrimonio de la Humanidad, es una de las grandes joyas del budismo coreano, con su famoso Dabotap Pagoda y el enigmático Puente Azul y Blanco, construido con una simbología espiritual oculta. No muy lejos, la Gruta Seokguram resguarda una estatua de Buda tallada en la roca hace más de 1.200 años.

El interés por la astronomía también tiene raíces antiguas en Gyeongju: el Cheomseongdae, el observatorio más antiguo de Asia, sirvió para estudiar las estrellas durante el siglo VII y aún hoy es objeto de investigación por su precisión arquitectónica.

Si visitas el Anapji Pond por la noche, encontrarás estanque artificial iluminado que crea un ambiente mágico y transporta a la época de los reyes de Silla.

BUSÁN

Busán es una ciudad que vibra con el sonido del mar y la actividad de su puerto. Por eso, el Jagalchi Market es una parada casi obligada ya que es el mayor mercado de pescado de Corea, aquí podrás pasear entre los puestos, elegir mariscos frescos y ver cómo los preparan en el momento.

Más allá del marisco, Busán es famosa por su escena artística emergente. El Gamcheon Culture Village está repleto de casas de colores pastel y murales creativos, un barrio que nació como un humilde asentamiento en la posguerra y se ha transformado en un símbolo de resiliencia y arte urbano.

Si te gusta el cine, Busán es tu lugar ideal: aquí se celebra el Busan International Film Festival (BIFF), uno de los eventos cinematográficos más importantes de Asia. No es casualidad que la ciudad tenga una calle dedicada al cine, la BIFF Square, donde se pueden ver huellas de celebridades y cines con programación alternativa.

Pero si lo que buscas es conectarte con la naturaleza, el Templo Haedong Yonggungsa, ubicado en un acantilado con vista al océano, es un lugar idílico para hacerlo. Y al atardecer, la mejor vista se encuentra en la Busan Tower, que domina el horizonte de la ciudad desde el Parque Yongdusan.

JEONJU

Jeonju es la cuna del bibimbap, un bol de arroz cubierto por verduras, carne y huevo, que se sirve con salsa de soja, aceite de sésamo y gochujang, pero su encanto va mucho más allá de la gastronomía. Visitar el Hanok Village, con más de 700 casas tradicionales, es una de las experiencias más auténticas de Corea. Sus calles empedradas conducen a talleres de artesanos que trabajan el papel hanji y la cerámica, manteniendo vivas técnicas que datan de la dinastía Joseon.

Uno de los rincones más singulares es la Catedral de Jeondong, una iglesia de estilo románico que contrasta con el entorno histórico de la ciudad y refleja la influencia del cristianismo en Corea.

Y para seguir en contacto con la historia, la visita al Santuario Gyeonggijeon, donde se conservan retratos de los antiguos monarcas, permite comprender la importancia de la dinastía Joseon en la formación de la identidad coreana.

ISLA DE JEJU

Jeju, declarada Patrimonio Natural de la Humanidad, es un paraíso moldeado por la lava y la brisa del océano. Su corazón es el Hallasan, la montaña más alta de Corea, cuya cumbre, alcanzable en una caminata de unas cinco horas, ofrece vistas inigualables de la isla.

Pero Jeju esconde muchos más secretos bajo tierra: la Cueva Manjanggul es uno de los tubos de lava más largos del mundo, con estructuras de piedra formadas hace más de 200.000 años. También está la Cueva Yongmeori, una formación rocosa en la costa que, según la leyenda, era el refugio de un dragón marino.

Uno de los mayores atractivos culturales de Jeju son las Haenyeo, las mujeres buceadoras que han practicado la pesca sin oxígeno durante siglos. Estas guardianas del océano, reconocidas por la UNESCO, desafían las aguas frías y las olas para recolectar mariscos y algas, manteniendo viva una tradición única. Para tu viaje, te recomendamos leer el libro «Las isla de las mujeres del mar» de Lisa See, para emocionarte con la historia de estas mujeres.

Y si lo que quieres es acabar tu viaje relajándote, las playas de Hyeopjae y Gwakji ofrecen arena blanca y aguas turquesas, mientras que la cascada de Jeongbang, una de las pocas del mundo que cae directamente al mar, crea un espectáculo natural impresionante.

Cada uno de estos destinos en Corea del Sur ofrece una experiencia única y llena de detalles sorprendentes. Desde los secretos de la capital hasta los rincones místicos de una isla volcánica, pasando por la esencia marítima y la rica herencia cultural, este recorrido te invita a descubrir un país que guarda mucho más de lo que se ve a simple vista. ¿Te animas a explorar estos tesoros escondidos?

ES EL MOMENTO DE IR A CONTRACORRIENTE

Empieza planear un viaje diferente.

Este 2025 viaja con nosotros a Corea del Sur y descubre un país sorprendente.